Es muy común que si nunca ha trabajado con intérpretes antes y va a dar un discurso, sea difícil saber qué se debe y qué no se debe hacer en esas circunstancias. Muchas veces me ha tocado estar en un evento en el que el ponente se acerca a nosotros y nos pregunta si debe hablar de alguna forma en particular o si tiene qué hacer algo.
Lo primero que hay que considerar es que si se tiene una audiencia que va a requerir servicio de interpretación significa que hay personas cuya lengua materna no es en la que se va a hablar durante la sesión. Esto implica una cultura e idioma diferente al que están acostumbrados. Es por esto que es importante tomar en cuenta la posibilidad de que expresiones coloquiales, dichos, chistes y modismos no se puedan traducir o no surtan el mismo efecto en un idioma que otro. Además de que complican mucho la labor interpretativa, si no se toma en cuenta la diferencia entre las culturas uno puede caer en algo que sea vulgar o de mal gusto para las otras personas. Incluso algunos gestos de lenguaje corporal que en una cultura son inofensivos, en otra pueden ser extremadamente ofensivos. Preste mucha atención a estos detalles al momento de preparar su discurso.
Cuando tenga alguna intervención es importante hablar claro, cuidar la modulación de las palabras, pronunciar las palabras con naturalidad pero sin arrastrarlas y siempre hablar directo en el micrófono. Muchas veces los ponentes con micrófonos fijos voltean hacia otro lado cuando hablan y no le permiten a los intérpretes escuchar partes importantes que por consecuencia no se pueden traducir. Aparte de cuidar su postura y modulación al hablar, no olvide también el uso del micrófono.
Muchos ponentes creen que es mejor hablar muy lento cuando hay interpretación. En realidad, una velocidad de habla normal es más que suficiente. Por el otro lado, hablar muy rápido puede resultar perjudicial para la ponencia ya que mucha información puede perderse al no dar la oportunidad a los intérpretes de poder traducir de forma adecuada. La velocidad de su discurso es muy importante para la calidad de la interpretación, así que trate de no ir ni muy rápido, ni muy lento.
Muchos ponentes se sienten más cómodos si leen su discurso, pero hay que considerar que esto complica mucho el trabajo de los intérpretes. A menos que se les entregue el texto, ellos no saben lo que va a decir. Por lo general cuando se lee un texto, la mayoría de las personas lee los nombres y los números a una velocidad bastante rápida que es difícil de seguir. Si va a leer su discurso, compártalo con los intérpretes antes o en su defecto, lea a una velocidad adecuada.
Otro problema grave son los acentos muy marcados que dificultan entender las palabras. Hay muchos tipos de acentos, los de personas que tienen una forma de hablar su lengua materna muy marcada y los que están hablando un idioma que no es el suyo para darse a entender. Si su caso es alguno de estos dos, trate de forma consciente de hablar con claridad y con la mejor pronunciación que le sea posible.
Un gran problema, en especial en las sesiones de preguntas y respuestas, es hablar con un lenguaje enredado que confunde a los ponentes, los participantes y los intérpretes. Es importante recordar al momento de tener su intervención que hay que tener un discurso claro con estructura. Cuando vaya a hablar considere que debe tener una introducción, un desarrollo y una conclusión.
El siguiente video ilustra de forma muy clara algunos de estos problemas que vale la pena considerar al dar un discurso o hablar en un evento en el que habrá interpretación.
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